Tras el diseño: El Broche Jellyfish
La ilusión del movimiento
El oro amarillo de 18 quilates y los zafiros, dispuestos de manera que evocan unos tentáculos, crean un movimiento “danzante” único, sello distintivo de los diseños de Jean Schlumberger. Para crear la cúpula, los artesanos engastaron tanzanitas, piedras luna y diamantes en un exclusivo engarce curvilíneo de platino. La luz se refleja entre las gemas, acentuando la iridiscencia y la luminosidad de las piedras luna. Para los tentáculos de oro amarillo de 18 quilates, adornados con zafiros en talla baguette, los expertos artesanos de Tiffany replicaron el mismo grabado a mano del famoso broche La Méduse de Jean Schlumberger, el cual inspiró esta nueva creación.
“Hemos conservado y potenciado los aspectos fundamentales de la estética de Jean Schlumberger, manteniéndonos fieles a nuestra tradición al mismo tiempo que la reinventábamos. Así, gracias a los conocimientos de nuestros artesanos y a las innovaciones modernas, ahora hemos logrado lo que antes parecía imposible”.
—Nathalie Verdeille, directora artística de Tiffany & Co.
En cifras
El broche Jellyfish se elaboró en el transcurso de 900 horas con una paleta de 45 cabujones de piedras luna de más de 46 quilates en total, 77 cabujones de tanzanitas de más de 17 quilates en total y 185 diamantes de más de 3 quilates en total. Adornando los tentáculos de oro amarillo de 18 quilates hay 69 zafiros en talla baguette de más de 8 quilates en total.
