Los escaparates de Tiffany siempre han hecho las veces de una galería de arte abierta al público. Eran accesibles a todo el que pasaba por delante y servían para entretener, sorprender y generar deseo.
Cuando Gene Moore se unió a la empresa en 1955, definió el concepto del escaparatismo tal y como lo conocemos hoy en día. Famoso por sus diseños radicales, ingeniosos y modernos, Moore creó escaparates pioneros que hacían referencia a los tiempos que corrían y que, en ocasiones, fueron escandalosos. En sus composiciones, usaba joyas y diamantes para contar una historia digna de pararse a contemplarla.
Mezclaba lo extraordinario con lo ordinario: colocaba las legendarias joyas de Tiffany junto a materiales cotidianos e inesperados, como cordeles, palomitas e incluso un camión volquete de juguete. En uno de sus diseños más notables, el “gusano” que un pájaro había sacado de un montón de tierra era, en realidad, un reluciente collar. Reclutó a artistas que pronto alcanzarían la fama, como Andy Warhol, Robert Rauschenberg o Jasper Johns, para crear escaparates junto a él y, durante los 39 años que pasó en la empresa, diseñó más de 5000 escaparates.
Fotografía de Ricky Zehavi