Líderes en trazabilidad de diamantes
Como pioneros en la obtención sostenible, no nos limitamos a cumplir los estándares del sector, sino que damos ejemplo.
Como pioneros en la obtención sostenible, no nos limitamos a cumplir los estándares del sector, sino que damos ejemplo.
En Tiffany creemos que la belleza de un diamante no solo depende de su extraordinario aspecto, sino también del cuidado con el que se trata. Como parte de nuestra iniciativa “La vida de un diamante”, trabajamos para asegurar que se lleven a cabo prácticas responsables a lo largo de todo el proceso. Desde el momento de su extracción, un diamante de Tiffany se embarca en un viaje extraordinario por todo el mundo, pasando por las manos expertas de un maestro artesano a otro hasta ser merecedor de ocupar la icónica Tiffany Blue Box®. En 2020, nos convertimos en la primera joyería de lujo a nivel global en divulgar información sobre los países en los que se trabajan sus diamantes de nueva extracción, registrados individualmente, de 0,18 quilates o más.
Paso 1: Obtención responsable
Muchos diamantes de Tiffany comienzan su viaje como piedras en bruto, extraídas en minas de países como Australia, Botsuana, Canadá, Namibia, Rusia y Sudáfrica. Estos países o regiones de procedencia también se conocen como el “origen” de los diamantes. Todos nuestros diamantes en bruto se obtienen directamente de una mina conocida o de un proveedor que opera un número limitado de minas conocidas. Promovemos unos altos estándares en la industria de la minería, con el fin de proteger los derechos humanos y preservar las tierras delicadas desde un punto de vista ecológico. También estamos comprometidos con la mejora de las economías locales. Por ejemplo, en 2019, proporcionamos más de 59 millones de dólares en beneficios económicos a la economía de Botsuana.
Paso 2: Preparación
En Tiffany, nuestros estándares son tan elevados que solo aceptamos el 0,04 % de los diamantes con grado de gema del mundo. Si un diamante no cumple nuestros rigurosos estándares de calidad, lo rechazamos y lo devolvemos al mercado, donde puede acabar siendo adquirido por nuestra competencia. Enviamos los escasos diamantes en bruto que sí aceptamos a nuestro taller en Amberes, Bélgica: la sede central de preparación de los diamantes de Tiffany. Allí, nuestros expertos registran el origen de cada diamante y lo clasifican en función de su tamaño, color, claridad y fluorescencia. A continuación, planeamos el diseño único de cada diamante, dando prioridad a la belleza por encima de todo (sacrificando incluso el peso en quilates), para garantizar que todos los diamantes de Tiffany tengan la más alta calidad y que nuestros anillos de compromiso posean ese brillo cautivador que ilumina todo cuanto los rodea.
“Nuestros clientes merecen saber que un diamante de Tiffany se obtuvo siguiendo los estándares más altos, no solo de calidad, sino también de responsabilidad social y medioambiental. Creemos que la trazabilidad del diamante es el mejor medio para garantizar ambas cosas”.
—Anisa Kamadoli Costa, directora de sostenibilidad de Tiffany & Co.
Paso 3: Talla y pulido
A continuación, nuestros diamantes viajan hasta los talleres de Tiffany localizados en Bélgica, Botsuana, Mauricio, Vietnam y Camboya. Allí, casi 1500 de los artesanos con más talento del mundo tallan y pulen los diamantes con una precisión y una destreza increíbles, sacando a relucir la belleza de cada diamante. Estamos orgullosos de contratar a personal local, de invertir en las comunidades y de proporcionar un salario digno a los empleados de los países en desarrollo. Por ejemplo, a fecha de junio de 2020, el 94 % del personal de nuestras instalaciones de Hai Duong (Vietnam) estaba formado por mujeres de la comunidad local. También adquirimos determinados diamantes ya pulidos, procedentes de proveedores de confianza que cumplen con nuestros estándares de trazabilidad, calidad, sociales y medioambientales.
Paso 4: Calificación y control de calidad
La supervisión de la calificación y la validación de la calidad se llevan a cabo en nuestro taller de Nueva York, donde se fijan nuestros exigentes estándares. Inspeccionamos rigurosamente nuestros diamantes en nuestra red de Laboratorios Gemológicos de Tiffany en Estados Unidos, Camboya y Vietnam.
“Analizamos meticulosamente cada diamante para asegurarnos de que cumple los elevados estándares de talla, claridad, quilates y color de Tiffany. Si algo ensombrece la belleza del diamante, no lo aceptamos”.
—Hanna Jee, calificadora de diamantes de Tiffany & Co.
Paso 5: Engarce
En Tiffany, engarzamos la mayoría de nuestros diamantes en nuestros talleres de Estados Unidos. Allí, los maestros engarzadores ajustan individualmente cada garra y base del anillo de compromiso a mano, con el fin de desatar la belleza de cada diamante. Creemos que el personal es el mayor de nuestros puntos fuertes. Por eso, nos aseguramos de que nuestros talleres cumplan unos estándares elevados de seguridad y limpieza, y ofrecemos un entorno laboral acogedor y productivo.
Paso 6: Es el momento de la Blue Box
Llegamos al último paso. El diamante de Tiffany ya está listo para ser colocado dentro de su icónica Tiffany Blue Box® y su bolsa. Estos elementos de empaquetado, presentados por primera vez en 1886, se han convertido en un símbolo de Tiffany y, desde hace más de una década, se elaboran con papel procedente de fuentes sostenibles, incluidos materiales reciclados y con el certificado del Forest Stewardship Council®. Esa es una de las muchas razones por las que, en lo referente a anillos de compromiso, solo Tiffany da la talla.
En Tiffany, obtenemos la mayoría de nuestros diamantes directamente de minas y fuentes conocidas. Mediante nuestra Iniciativa para la obtención de diamantes, podemos proporcionar información sobre la procedencia (la región o los países de origen) de todos los diamantes de nueva extracción registrados individualmente (de 0,18 quilates o más) que engarzamos. Ahora, “La vida de un diamante” nos permite proporcionar también información sobre dónde se trabajaron artesanalmente esos diamantes. “La vida de un diamante” de Tiffany es más que un sencillo mapa que indica por dónde ha pasado: representa el impacto positivo que tienen nuestras operaciones en las comunidades locales, los derechos humanos y el medioambiente.
En 1886, Tiffany presentó el anillo de compromiso tal y como lo conocemos hoy en día. Estamos orgullosos de haber continuado ese legado siendo líderes en trazabilidad, con anillos de diamantes obtenidos de forma responsable y realizados con una artesanía excepcional, para celebrar el amor en todas sus formas.