Cada anillo se realiza a mano artesanalmente, tal y como llevamos haciendo durante más de 130 años. Crear un anillo de compromiso que merezca llevar el nombre de Tiffany conlleva casi un año, desde el momento en que se extrae el diamante hasta que el diseño está terminado. Como cada diamante de Tiffany es único, cada engarce debe elaborarse de una forma única, para que el diseño final esté a la altura de ese diamante.
Más allá de las 4 cualidades (talla, claridad, color y peso en quilates), nuestros maestros artesanos hacen que cada diamante cobre vida gracias a su destreza. Tallamos a mano nuestros propios diamantes para garantizar que las proporciones sean lo más exactas posible.