LCT se hizo famoso por sus diseños orgánicos, inspirados en el desorden gráfico de la naturaleza (flores y follaje, frutas e insectos) y la diversidad del paisaje estadounidense. En sus prodigiosas manos, los granates se convertían en bayas con hojas de esmalte verde, los ópalos dispuestos en un motivo de uvas recordaban a las pérgolas típicas de Nueva Inglaterra, y los ópalos negros, los granates demantoides y el platino alzaban el vuelo en forma de broche de libélula.
Un siglo más tarde, su obra, basada en el naturalismo, sigue teniendo influencia en los diseños de Tiffany.