El Diamante Tiffany es uno de los diamantes amarillos más codiciados y de mayor tamaño del mundo. La piedra en bruto de 287,42 quilates se extrajo en Sudáfrica en 1877 y, un año después, la adquirió Charles Lewis Tiffany. El diamante se talló hasta los 128,54 quilates, priorizando el brillo por encima del tamaño, lo que lo convirtió en un símbolo de la pericia, la innovación y la artesanía de Tiffany. Solo cuatro mujeres han llevado puesta esta famosa gema. Asimismo, el Diamante Tiffany solo ha sido montado en cinco distintivos diseños, cada uno de los cuales representa un momento importante en la historia de la marca.
El señor Tiffany afianzó aún más su reputación como proveedor de las gemas más arrebatadoras del mundo en 1887, cuando adquirió casi un tercio de las joyas de la Corona de Francia en una subasta en el Louvre.